TORRE AZUL
Culiacán: el retrato perfecto
Marcelo Torres Cofiño
Lo del jueves en Culiacán retrata perfecto al gobierno de
cuarta que encabeza Andrés Manuel López Obrador. Por más maromas argumentativas
que quieran echar sus defensores, la incapacidad del presidente y de su equipo
para dirigir los destinos del país quedó patente. Y el mundo entero fue testigo
de eso.
El hecho por sí mismo es deplorable; pero se torna más grave
aun cuando se le observa a la luz de la manera banal y superficial con la que
el presidente ha asumido los temas de seguridad pública desde que ganó la
elección. Todo ese discurso frívolo repleto de expresiones ridículas cargadas
de desdén que ha caracterizado al presidente de la república hoy se regresa
para golpearlo en la nuca como un bumerán.
Ni los “fuchi, guácala” ni el “voy a hablar con sus
madrecitas” funcionaron, menos aún las falsas promesas como la que lanzó el 26
de abril en la que juraba que en seis meses la violencia habría disminuido.
A pocos días de cumplirse el plazo lo que vemos es la
realidad. Mientras se gasta tiempo confrontando a los empresarios con el
consecuente crecimiento económico nulo, la delincuencia hace de las suyas y
pone en jaque a las instituciones y al Estado de Derecho que el mandatario juró
proteger.
El pretexto de liberar al capo para salvar vidas sólo sirve
para dejar a la luz las múltiples fallas de un operativo sobre el que el
gobierno ofrece versiones distintas que compiten entre sí por lo inverosímiles.
La única constante es el reconocimiento explícito de que el Estado mexicano se
vio superado por la delincuencia.
Que se evitó una masacre mayor es una hipótesis que no puede
comprobarse, pero lo que sí es totalmente verificable es que se pactó con el
crimen organizado y que al hacerlo se dejó a la deriva la dignidad de nuestras
Fuerzas Armadas incluyendo a la recientemente creada Guardia Nacional.
Ahí está la verdad de un hombre que las últimas décadas se
pasó criticando a todo mundo, desde la comodidad del ocio y la holgazanería.
Hoy cuando tiene la mayor responsabilidad que un mexicano puede asumir se
muestra que simplemente no puede.
@marcelotorresc